Familia de Fidel Espinoza se embolsó $4.200 millones con una toma de viviendas, destapó CIPER

Un reportaje de CIPER reveló que en noviembre de 2017, la familia del senador Fidel Espinoza, perteneciente al Partido Socialista, efectuó la venta de una porción de su terreno en Chinquihue, Puerto Montt, generando ingresos por $4.200 millones. Este predio, cuyo cambio de zonificación de agrícola a urbano incrementó su valor, fue adquirido bajo circunstancias históricas durante la Unidad Popular.

La venta a José Miguel Martabid, cuyos proyectos de vivienda social han sido promovidos por Espinoza, despierta interrogantes sobre conflictos de interés, especialmente porque Espinoza ha admitido falencias en la declaración de sus intereses y patrimonio respecto a este terreno.

La historia del terreno se remonta a una toma liderada por el padre de Fidel Espinoza, quien, bajo la UP, obtuvo una promesa de compraventa de la Sociedad Ganadera de Aysén. A pesar de ser ejecutado tras el golpe de Estado, su familia logró hacer efectiva esta promesa.

El terreno, cuyo valor se disparó tras el cambio de zonificación en 2009, refleja una compleja trama que combina elementos políticos, históricos y económicos. La venta de parte del terreno en 2017 a empresas vinculadas con José Miguel Martabid, relacionado con proyectos beneficiados por Espinoza, resalta las intricadas conexiones entre política y negocios inmobiliarios.

La transacción se concretó sin la participación directa de Fidel Espinoza, quien atribuye la gestión del negocio a su hermano Ramón. Sin embargo, la relación entre los proyectos de vivienda social apoyados por Espinoza y la constructora de Martabid, junto con la participación de un primo de Espinoza en una EGIS relacionada, plantea preguntas sobre la transparencia y los posibles conflictos de interés en las gestiones del senador.

A lo largo de los años, el terreno ha sido objeto de diversas valoraciones y ajustes, reflejando su creciente importancia en el mercado inmobiliario de Puerto Montt. La reciente controversia en torno a la declaración de intereses y patrimonio del senador Espinoza, así como el conflicto sobre el valor fiscal del terreno restante, que la familia considera excesivo, subraya las complejidades de la gestión de bienes inmuebles que involucran a funcionarios públicos. 

La familia Espinoza está en proceso de reevaluación del valor fiscal del terreno, lo cual podría influir en futuras decisiones de venta o desarrollo, mientras que el escenario político y regulatorio vigila de cerca las implicaciones éticas de estas transacciones.